martes, 26 de abril de 2011

Los Domingos


Para qué poco sirven los domingos
sobre todo si la víspera fué un sábado
bañado en piernas y sudor frío
después de copas de hielo húmedo
La ciudad hecha el cierre, se toma un respiro
sus habitantes aprovechan para visitar
geografías cercanas
familiares lejanos
Te veo ahora, sin el sudor ni el olor
de los que con cada mañana te bautizan
con nombre tales como María, Manuel,
puta, maldito monton de piedra
Los domingos guardan muerte, ocaso
fin, soledad y el paso de las horas
por las avenidas y los parques
de la cuidad - en la mía hay varios-
Y es que se muere lentamente
la semana cuando cae el sol
y el lunes parace cualquier otra cosa
que un lunes recién llegado
pero un poco más viejo

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