domingo, 29 de abril de 2012

mi más sentido pésame


De la muerte no solemos hablar,
 convivimos con ella
Como quien lo hace con una posibilidad remota.
 Va por ahí
en busca de caprichos, en más de una ocasión pasa a nuestro lado
y a la vida parece no importarle.

Cuando se presenta a destiempo
y  se cobra una vida, dos, tres,
y te toca y  no te hunde, y  te ahoga y no te mata
 te angustia y no te rindes, y la enfrentas
y  le dices que se vaya.

Entiendes muchas cosas que hasta entonces ignorabas
Como que la noche es fría, que el dolor ajeno duele
Que ese puñal de nostalgia amenaza con robarnos el aire.

Aprendes que tu voz sin mi voz no se oiría, y que existes
Porque existes en los ojos de los otros,
Aprendes que la nada viene después, y que aquí hemos
Venido a hacer el amor a las cuatro de la tarde, que ya es mucho

Bien pensado.

No tengo ni la más remota idea de qué es la vida
Pero si conozco a alguna vida personalmente
Y  empiezo a sospechar que la muerte
es una idiota que se va con quien menos la merece.

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